Suena el despertador y me espera un nuevo día, así que
alargo el brazo para apagarlo. Tengo que intentar evitar el desperezarme
(complicadísmo, intentadlo y veréis) porque siempre implica alguna rampa en los
gemelos o los isquiotibiales. Todo controlado, al parecer he frenado a tiempo y
además el gato también comienza a remolonear a mi alrededor (ha decidido que si
me levanto tal vez caiga algo de comida). Estiro isquiotibiales, cuádriceps,
fascia plantar y gemelos, me puedo enfrentar al resto. Bueno, entonces ruedo
(exacto, ruedo) hasta el suelo, estoy dolorida, pero sé que todavía quedan casi
30kms hasta que acabe el día, tal vez a alta intensidad o tal vez unidos a
balón medicinal y multisaltos, pacientes también doloridos en la clínica,
clases de inglés…y aún quiero ponerme las zapatillas!!!
Seguir hacia delante es lo que permite mejorar |
Supongo, que, obviando la cantidad de kilómetros semanales,
todos tenéis esas sensaciones encontradas cada mañana. Seguimos pese a las
obligaciones, trabajo y demás porque nos apasiona correr, y no hay forma de que
cambiemos de parecer, ¿verdad?
Entonces estamos de acuerdo. Preparo el Isotonic Drink de
226ers y me ato bien fuerte los cordones, hoy toca caña, y de la buena. En
cuanto llego a la pista suelto la mochila y empiezo a calentar, pero enseguida
me doy cuenta que todos los músculos de mi cuerpo, incluso los que creía que no
existían, tiran, protestan y no se quieren mover. Afortunadamente poco a poco
me recompongo y acabo el rodaje, ya me puedo cambiar las zapas y ponerme algo
más rápido…adrenalina, ven a mi, por favor!
No pasa nada, no es grave, jajaja, son las ansias de
mejorar y os aseguro que lo voy a conseguir. La media maratón de Alicante fue
un gran paso en mi entrenamiento mental, me vi fuerte en las subidas y las
bajadas, concentrada en el siguiente kilómetro y sin miedo. Esto es que tengo
ganas, el año pasado me retiré en la maratón de Rotterdam y eso consiguió
marcarme, me equivoqué en varias cosas y no me volverá a pasar (al menos no en
esas!).
Las series están acabadas, sudor a raudales, picor en los
ojos y satisfacción del trabajo bien hecho, claro que sí, costó arrancar pero
salieron bien. Suelto, estiro y a almorzar, que el día sigue! Hay pacientes que
atender y cosas que estudiar…¿y quién no encaja las 28 o 29 horas que tiene el
día entre entrenamientos? Luego tendré que volver para rodar unos 10 o 12km y
así sumar, comer o reventar quilómetros.
En alguno de los tantos quilómetros |
Os propongo una cosa, tomad cada día de entrenamiento como
si fuera un regalo y cada carrera que disputéis, una guinda en el pastel; cada
paso que deis estará contribuyendo a algo grandísimo, vuestra propia felicidad.
Esta es mi filosofía, la del carpe diem o saborea el momento, nada de lo pasado
o futuro debe estropearme esto.
Un saludo y seguid así!
De todos los atletas que conozco los maratonianos mereceis el mayor de los reconocimientos. Me parece digno de admiración la capacidad de sacrificio y superación que teneis con esos despertares acalambrados, semanas kilométricas de entrenos y compaginandolo con trabajos, clases y demás.
ResponderEliminarMucha fuerza para estas semanas que quedan y que en Valencia se hagan realidad todos los objetivos. Eres una luchadora y lo conseguirás seguro.
Saludos.
Muchísimas gracias Jesús, somos los bichos raros del atletismo como somos tantos siempre encuentras a alguien que te entenderá. Yo voy a seguir, es lo que más me gusta!
EliminarMe ha encantado la entrada Marta! como bien dices, esa es la mentalidad, cada entreno es un regalo! :-)
ResponderEliminarbss
Tania
Claro Tania, es la mejor forma de sentirte bien, superándote día a día! un beso.
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