jueves, 19 de noviembre de 2015

CRÓNICA DE MI MARATÓN DE VALENCIA 15-11-15

Ya han pasado varios días desde el domingo y ahora puedo empezar a recopilar todas las experiencias que envolvieron el gran día.
La semana previa a la maratón fue tremendamente complicada. La pierna izquierda estuvo a punto de dejarme en el dique seco por unas sensaciones de acorchamiento y falta de fuerza de última hora. Tuve muchas dudas, pero afortunadamente ahí estaban el doctor Forriol y Luis Baraja, fisioterapeuta de ERESA,  que consiguieron minimizar las molestias y tranquilizarme.
El viernes por la tarde llegó Nacho Cáceres a Valencia y nos reunimos con Jose Garay para decidir los últimos retoques de la estrategia de carrera y cómo organizar los avituallamientos. Ahora ya tenía el dorsal en mano y después de la charla, la cosa se estaban poniendo seria, pero me infundía mucha tranquilidad saber que estaba todo bien atado. ¿Qué pasaría realmente el domingo? Pronto iba a averiguarlo.

El 15 de noviembre conseguimos aparcar sobre las 7:30 de la mañana y se respiraba maratón. Sin aire, sin excesivo frío, con el sol fuera, prometía .
Calenté con los argentinos afincados en Alicante Miguel Barzola, Nicolás Tucci y Karina Córdoba y enseguida a línea de salida…otra vez. Era la quinta maratón que iba a comenzar y en mi tomtom leía 100ppm…presagiaba adrenalina a tope.
Pistoletazo de salida, mirar hacia los lados y enseguida controlando a Nacho: mi guía, mi salvador, mi RELOJ. Los primeros kms transcurrían rápidos, sin problemas, con sensaciones muy agradables, únicamente un poco más costoso en los falsos llanos, pero el ritmo de 3’40’’ se mantenía perfecto (apretando en las bajadas, levantando un pco el pie en las subidas, sencillamente, perfecto).
En el km20, tras el avituallamiento se lo comenté a Nacho,  iba genial, como la seda, pero le dije de seguir con lo aocordado y es que desde la avenida de Burjassot hasta la Avd. del Cid debíamos bajar un poco el ritmo para llegar con fuerzas al km 35 y así poder apretar. Muchas maratones a mis espaldas, algunas decepciones y muchos kms de sufrimientos me hicieron ser cauta. Y es que en la maratón a partir del 30…no se sabe qué pasa. Y yo empecé a pasarlo mal entonces. La subida de la Av. Burjassot se me empezó a a atragantar y me coloqué detrás de Nacho, ya empezaba a notar muy sobrecargada la zona de los isquios, glúteos y el gemelo izquierdo. A todo esto, del grupo tan numeroso de 20 atletas que nos seguía, ahora sólo quedábamos 5…la maratón estaba haciendo estragos.

Bajé la cabeza y apreté los dientes, me asusté, pensaba que otra vez iba a perder lo que había conseguido en el resto de la maratón, que iban a empezar a caer los minutos en breve…pero no. Me mantenía con fuerza, sufriendo, buscando dentro de mi las ganas de enfrentarme a un km tras otro. Así llegamos al avituallamiento del puente del Nou d’Octubre, km 34. Tomé el último gel de 226ERS y agua, me dio algo de impulso y al girar encaramos la Avda del Cid. Nacho me iba animando, Álex Nogués se había adelantado y yo empecé a notar la ligera bajada, no entendía cómo…pero me lancé a correr nuevamente, cogimos a Álex y nos lo llevamos, ¡acababa de meter el km 36 de la maratón  a 3’36’’! Aún recuperé un poco más hasta el 37 pero luego…el 38, laaaargo y tedioso, el 39…con mis temidos respiraderos de metro de la calle Colón (menos mal que Nacho me guió por fuera de ellos). Estaba sufriendo muchísimo, como se debe hacer cuando quieres batir tu marca, cuando quieres cumplir tus sueños. Nacho se giraba, nos animaba, nos decía que había que dejar de correr con las piernas, sólo valía la CABEZA. Y así fue, en el km 40 nos esperaba Jose Garay, último avituallamiento, público ensordecedor, vibrando a escasos metros, Joxe con el micro, gritando que volara…y el río. Otra vez estaba allí, en los adoquines, en la alfombra azul.

Seguía apretando, a tope, a todo lo que daban mis piernas y por fin vi el crono de meta…y Nacho me dijo que lo celebrara. Por mi cabeza pasaron en unas décimas de segundo los largos, las series, los fartleks, las horas de gimnasio y los madrugones,  sólo levanté los brazos. El mundo era mío en esos momentos. Y de Nacho, y de Álex Salvador, y de Jose Garay, y de tanta gente que se había mantenido a mi lado desde el 1 de julio.

Al cruzar la meta en 2:34’42’’ había vencido al fracaso,  a las dudas y a mi misma. Todo se llenó de abrazos, alguna lágrima y sobre todo agradecimientos. La maratón es algo que amar y que respetar, para luego poder celebrar…y todavía lo estoy haciendo.
Un abrazo a todas y a todos los que, al menos, intentaron tomar las riendas de los 42.195m el domingo.



Agradecimientos : Skechers (que me dio alas en los pies), Compressport (que me permitió poder hoy estar recuperada), Rudy Project (por las nuevas Tralyx, espectaculares), Puntdesabor (porque la alimentación es esencial), Diego García Saiz (por llevarme tan bien la nutrición), Tomtom (por guiarme en los entrenamientos), Evasion Running (por ropa y complementos), 226ERS (por alimentar mis sueños), David Llopis (por ayudarme a vsalorar el trabajo), José Garay (por lo obvio de un entrenador), Álex Salvador (por la logística y el apoyo), Nacho Cáceres (porque gracias a ti cumplí mi sueño), a mi club Cárnicas Serrano (por estar ahí cuando lo necesito)

sábado, 31 de octubre de 2015

ROAD TO...MARATÓN DE VALENCIA (últimas impresiones)

Quedan 15 días para la maratón de Valencia y los nervios están a flor de piel. Continuamente me cruzo con corredores que, con una sonrisita nada tranquilizadora,  animan y comentan lo poco que queda para el 15 de noviembre, lo pesadas que están las piernas, los entrenamientos que vamos dejando atrás y las dudas que van surgiendo.
Meta de la media maratón de Valencia (paso previo a la gran distancia). Foto de  Nosotras Deportistas

También hay molestias de última hora, esas que nos dejan en vela alguna noche, dándole vueltas al “y si esto me para ahora…” Nadie se libra de esos malos tragos. Yo tampoco.  De repente tienes un autoconocimiento de tu propio cuerpo que nadie puede igualar, y una mínima alteración de la percepción en tu pie, tobillo, fascia plantar, rodilla, aductor, glúteo, isquiotibial…nos horroriza. Lo queremos tener todo atado, BIEN ATADO. Hemos aprendido de memoria todos los músculos de la pierna, algo que para el ciudadano medio no tiene el menor interés, pero que ahora conocemos al detalle. Y podemos pasarnos hablando de ellos y sus molestias con nuestros compañeros maratonianos durante horas y horas, así como de los geles, isotónicos, calcetines y medidas de compresión que vamos (¿estamos seguros?) a utilizar el día de la carrera.
Entrenamiento de 12kms a ritmo un poco más rápido que el de la maratón

Estamos (ESTOY) histéricos, para qué mentir, pero esto es parte de la carrera. Es tan difícil conseguir el objetivo que nos hemos planteado que a veces preferimos dejar volar nuestra imaginación a ver si por un casual, podemos pensar en OTRA cosa que no sea la competición del 15 de noviembre. Esta mítica distancia nos tiene trabajando al 110% cada segundo del día en ella, en LOGRAR la meta, NUESTRA meta. En mi caso es conseguir mi marca personal, y como comprenderéis sé que voy a SUFRIR. Es inherente, tengo una certeza absoluta en que va a pasar, pero no me preocupa lo más mínimo. Ni a vosotros debe de hacerlo tampoco. Estamos entrenando día a día para esto, y nos superamos ya desde el momento en que asumimos nuestro propio sacrificio para vencer esa barrera de los 42.195m. Y hay algo más, que vamos a estar TODOS JUNTOS en esto, un montón de gente, un montón de zancadas, un montón de pensamientos unidos en una misma meta.
Uno de los largos de maratón.

¿Estamos preparados para todo lo que nos viene encima estos 15 días? YA LO CREO QUE SÍ. No tenemos otra opción que continuar con la misma ilusión y confianza que teníamos hasta este momento. Que no nos pare la presión ni las extrañas sensaciones de las semanas de descarga. Que no nos frenen las dudas de última hora. Ya está todo claro, ya está todo hecho.

Sólo me queda desearos a todos muchísima suerte y sobre todo JUSTICIA. Vamos a demostrar ese día todo lo que hemos entrenado.
Esta vez lo voy a conseguir, lo sé.

martes, 8 de septiembre de 2015

ROAD TO...MARATÓN DE VALENCIA (II)

Dentro de unos días volveré a Valencia a reincorporarme a mis rutinas de entrenamiento con el agobio de la humedad. Durante este mes y medio concentrada en el casi idílico paisaje soriano he reaprendido muchas cosas sobre la maratón. Es la quinta que entreno y siempre confiando que es MI maratón, MI año, MI marca. Tal vez sea someterse a mucha presión pero es una distancia y un objetivo treméndamente egoista, no deja otra opción que rendirse ante sus 42.195m y reconocer que es ella la que te tiene a ti en propiedad y todos tus esfuerzos son simplemente para rendirle tributo.
En la pista de Soria (Estadio de los Pajaritos) tras unas buenas series

Estos más de 40 días han servido para reconocer que el cuerpo tiene una fuerza sobrecogedora, unas tragaderas, por así decirlo, que parecen no tener fin. Que si metes kilómetros, pedirá más, y si metes calidad, demandará otro tanto. Pero que la mente es frágil y que hay que tener cuidado en no sucumbir al desánimo. Un día es igual al siguiente y al otro. Los principios son ilusionantes pero toca seguir con el mismo ánimo semana tras semana y eso es lo que afortunadamente he podido conseguir sin prácticamente altibajos.
Otro pilar fundamental, la alimentación. Gracias a mi médico nutricionista Diego García Saiz he podido aguantar y asimilar grandes cargas de entrenamiento por terrenos exigentes y he tenido que aumentar aportes de hidratos y proteínas al considerar que el peso iba decreciendo a demasiada velocidad.
Acabando un largo por la Junta de los ríos

La compañía que me ha brindado Soria, aunque fuera en sólo determinados días (por ajustes de horarios, planes de entrenamiento, siempre es complicado cuadrar) es otra de las cosas que voy a echar en falta. He podido hacer varios rodajes con gente increible, de las que el atletismo puede estar bien orgulloso, como Abel Antón (que fue mi entrenador durante varios años), con sus consejos espectaculares, y con otros amigos de por aquí.
Con Narciso, Abel y Raul poco antes de rodar por Valonsadero

El paisaje ha ido maravillándome cada día, la tranquilidad de sus bosques y prados, son, para el fondista, un regalo. Es el entrenamiento en silencio lo que te enseña a correr y mejorar día a día, sin más pretensiones que mostrarte a ti mismo lo que vales y lo que puedes llegar a alcanzar. No es necesario nada más, sin alardes, sin grandes aspiraciones, marcándote el camino de un objetivo realista.

 
Recuperando las piernas en las frías aguas del Duero tras un duro entrenamiento

En esto aprendí, por tanto, que el cuerpo es fuerte si lo cuidas, que la mente puede ser tricionera y también tu más fiel aliada; que el fondista es solitario en esencia pero los consejos son para escucharlos y para compartirlos en determinadas ocasiones. Nada nuevo realmente, pero viene bien desconectar un tiempo para volver a interiorizar cuán duro es preparar una maratón, pero cuán placentero al fin y al cabo.

miércoles, 12 de agosto de 2015

ROAD TO…MARATÓN DE VALENCIA (I)


Pese a no haber llegado a la primera quincena de agosto, estoy ya en preparación maratoniana. Los kilómetros pesan en las piernas porque tengo que compaginarlos con dos sesiones bastante intensas de fortalecimiento, y es que para aguantar 42km…¡hay que estar muy fuerte!
Julio fue infernal en Valencia, con días y días de 85 y 90% de humedad, en el que el aire costaba de respirar, pero ya pasó y al fin estoy en Soria para buscar un poco de alivio, al menos durante las mañanas y las noches. Yolanda Gutiérrez me acompaña en esta aventura, ella rumbo a la maratón de Nueva York y yo con mi reto de mejorar mi marca personal (2:38’05’’) en Valencia el próximo 15 de noviembre. Las dos estamos entrenando muy duro y muy motivadas. La verdad es que convivir con alguien con las mismas inquietudes y capacidad de sacrificio, consigue que los días difíciles no lo sean tanto, y que, al menos te cruces con alguien que se está dejando la piel como tú en cada sesión y pienses que tampoco es para tanto el dolor de piernas.

Los y las maratonianas somos así, vivimos los minutos del día como un regalo en los descansos y como una invitación a vivir al máximo en los entrenamientos. Así pasan lentos, pero seguros. Son nuestros días preparatorios para algo que nos llena tanto que no podríamos vivir sin ello, cruzar la meta tras 42.195 largos metros. Sé que no es algo fácil de entender. Mis “vacaciones” van a consistir en sesiones duras por la mañana, aprovechando el fresco que nos ofrece esta preciosa ciudad y alrededores, y otras un poco más sosegadas por la tarde (aunque con los músculos recordando que no vas de vacío, y pesan las piernas). Se trata de vivir el momento, “carpe diem”, y que nada te quite todo lo que se puede llegar a ir recogiendo, en forma de experiencias para ayudar a conocerte un poco más. Y pienso que sólo un buen maratoniano gestiona a la perfección su cabeza. ¡No sólo valen las piernas!

En esta distancia es una lucha contínua contra las adversidades que van apareciendo en forma de contracturas, viejas lesiones, indigestiones, cansancio, algún tábano que otro…y no por eso dejas de pelear.
El resultado de este camino puede ser grande, casi perfecto, y la satisfacción del trabajo bien hecho es lo único que me va a quedar siempre, por encima de podios o grandes marcas.
Voy a tratar de confiar en mi fuerza y mi preparación del día a día, como una hormiguita, para que pueda enorgullecerme el 15 de noviembre de todo lo que he hecho hasta llegar aquí. Al ataque…




Agradecimientos, como siempre, a mi club Cárnicas Serrano y a todos mis patrocinadores Rudy Project, Evasion Running, Puntdesabor, 226ERS, Skechers, TomTom , Compressport  :)