Después de estar todo el mes de agosto en Soria para poder
aprovechar la compañía y el fresquito, me volví a mi tierra a seguir
machacando. Las temperaturas y la sensación de bochorno eran un poco mejores
que cuando la dejé pero la verdad es que aún no tengo claro que se haya acabado
el verano (y estamos a 23 de septiembre!).
Los días han ido pasando y los kilómetros van sumando y
haciendo de las suyas, me encanta la sensación de la tirada larga, aunque la
temperatura y la humedad no sean tan llevaderas como me gustaría, el sacrificio
que implican las temidas series de 400, una sola vuelta a la pista y parece que
estés haciendo el triple de distancia, los miles recuperando otro, nada de
bloques de separación que haga más llevadero el sufrimiento….esto es maratón y
es lo que más me llena en este momento.
El sábado disputé el campeonato de España de 10k en ruta y
llegué a Ribadesella después de una odisea de viaje con sentimientos
encontrados. Sabía que la preparación de maratón te pone muy fuerte, pero
también que la carga de kilómetros que llevaba y la falta de recuperación hacía
que tal vez no me sintiera tan a gusto en esos ritmos endiablados del 10000,
sobre todo los primeros kilómetros.
El día amaneció ventoso y así quedó, eso endureció bastante
el recorrido, que ya de por sí, no era tan llano como nos lo habían vendido.
Fuera como fuera, está claro que lo mismo para todo el mundo, y lo único que se
puede resistir ahí es la marca final.
Salimos a un ritmo exigente pero, afortunadamente para mi,
no demasiado rápido, y así transcurrió hasta el km4 donde bajé un pelín el
ritmo (por circunstancias iba yo marcándolo en el grupo de cabeza). Alba García
no se hizo esperar mucho y en el 5.5km aproximadamente lanzó un ataque que
intentamos seguir Marisa Casanueva y yo. Pronto me di cuenta que era demasiado
y me dejé caer, con la sorpresa que unos 700m más tarde me encontraría
nuevamente a la par con Marisa.
Esto ya era otra historia: Alba por delante y nosotras
teníamos que jugarnos, con permiso de Verónica Pérez, que en ese momento se
encontraba relativamente cerca, la plata y el bronce. Hacía bastante aire y
tocó en contra y ligeramente en subida, lo que fue pesando en las piernas cada
vez más, por mis intentos de dejar atrás a Marisa y sus respuestas rápidas.
La fortaleza de Marisa se hizo notar y a falta de 800m fue
ella la que pegó otro cambio, esta vez definitivo pese a mis esfuerzos por
seguirla. La victoria de Alba fue
consistente, con 33’55’’, después
entró Marisa con 34’23’’, recortándome esos segundillos
a mi con 34’29’’ y llevándose la plata.
Estos son los hechos, pero no os podéis ni imaginar la
sensación de alegría, de tremenda satisfacción, de deber cumplido, de rabia
desatada por el sufrimiento creado, que se puede llegar a sentir cuando estás a
pocos metros de revalidar (el de Castellón 2012) nada menos que un BRONCE en un
CAMPEONATO de ESPAÑA ABSOLUTO. Cuando llegamos las tres nos fundimos en abrazos, esto es el verdadero atletismo
chic@s, rivales en carrera, amigas fuera de ella.
Por supuesto mis agradecimientos a Abel Antón, mi club Clínica Dental Seoane-Pampín, 226ERS y a Evasion Running, porque sin ellos esto sería
mucho más difícil.
Y después de eso: un saludo y a correr…que la maratón de
Valencia está más cerca!
Mis últimos metros, sacando lo poco que quedaba |
El podio del campeonato, más contentas imposible! |
Más fuerzas para encarar las últimas semanas de la preparación de maratón |