viernes, 22 de noviembre de 2013

MI CRÓNICA DE LA MARATÓN DE VALENCIA


Ya han pasado varios días desde la maratón de Valencia y parece que las molestias van remitiendo, pero estoy segura que todos tenemos mil anécdotas que contar, y es que 42km y 195m dan para mucho.
Yo tengo las mías, personalmente me ha quedado un regustillo agridulce. Los entrenamientos habían salido muy buenos, los tests clavados y además me enfrentaba a la distancia con muchísima seguridad, la que da el saber que las cosas se habían hecho bien. Contacté con Marc Roig (varias veces liebre de Alessandra Aguilar) y con Jorge Vega unos meses antes para que me pudieran llevar a un ritmo constante durante la maratón, quitándome de la cabeza la necesidad de estar pendiente del crono, sólo necesitaba correr, para eso había entrenado. Y allí estábamos los tres en un día excepcional para competir, fresquito, sin prácticamente aire y soleado. Pero mi estómago empezó ya mal, no podría decir la causa, soy una persona con un aparato gastrointestinal extremadamente delicado y tuvo que ser ese día, con intervalos de flato y dolor, notándolo sobre todo a partir del km 25 con varias arcadas incluso. Pero mi mala suerte no acabó ahí, los pies se quemaron muy pronto, las zapatillas respondieron fatal y cada vez que daba una zancada notaba miles de agujas en todo el antepié. Poco a poco se me fue cargando la pierna izquierda hasta quedar totalmente enrampada en la parte posterior, acabé casi arrastrándola.
Un gran grupo en el km10

Buff, y todo esto desde el km 26-27, no os podéis imaginar lo duro que puede llegar a hacerse y puedo decir con seguridad que no lo he pasado tan mal ni he tenido que aguantar tanto dolor en mi vida.
Hasta el km 30 (donde Jorge se quedaba ya) bajaba de 2:36’…después vino una larga agonía hasta el 2:40’ largos, Marc me animaba, el público fue increíble y pese a que no  se lo creía nadie, sobre el km 33 decidí acabarla. Supe que tenía que continuar, por los entrenamientos, por la gente, pero sobre todo por mi. Vencí a mi cabeza, forcé la máquina hasta la extenuación, sabiendo que no iba a parar si no era porque caía al suelo o pasaba la línea de meta.
Sobre el km 37, ya sola con Marc

Es la maratón, con todas sus letras, la que nos hace llegar a este punto. Lo volvería a hacer. Al llegar di dos pasos y caí al suelo, no podía dar un paso más y cuando me levantaron me abracé a Marc, gracias a él había acabado, había vencido. No era la marca que quería, pero tengo una más en las piernas, más experiencia y muchas ganas de completar la siguiente, porque me encanta este deporte, tanto en lo bueno como en lo malo, es algo que siempre tienes que valorar.
La línea de meta por fin

La animación fue crucial, Luis Gorbe, mi padre, mi madre, mi familia al completo se volcaron, mis amigos y compañeras del asfalto, los Blue-Lines, los Team 3FDC, los Serranos….y mil grupos más gritaron hasta quedar afónicos para ayudarme a dar un paso más. Mis patrocinadores (226ERS, Medilast Sport, puntdesabor.com, EvasionRunning, RudyProject) consiguieron que finalizara la maratón número 4. Sin duda Jorge Vega y Marc Roig, en su labor de liebres, lo dieron todo por mi, para que supusiera lo mínimo esa distancia tan gigante. Y por supuesto mi entrenador Abel Antón y mi club Clínica Dental Seoane-Pampín, consiguieron que tomara la salida con todas las garantías.
A todos y a cada uno de ellos, ¡¡¡muchísimas gracias!!!
Y llegué, que es lo importante! (Foto de Serrano con el deporte)