lunes, 14 de octubre de 2013

AVENTURAS Y DESVENTURAS DE UN CORREDOR DE FONDO


Suena el despertador y me espera un nuevo día, así que alargo el brazo para apagarlo. Tengo que intentar evitar el desperezarme (complicadísmo, intentadlo y veréis) porque siempre implica alguna rampa en los gemelos o los isquiotibiales. Todo controlado, al parecer he frenado a tiempo y además el gato también comienza a remolonear a mi alrededor (ha decidido que si me levanto tal vez caiga algo de comida). Estiro isquiotibiales, cuádriceps, fascia plantar y gemelos, me puedo enfrentar al resto. Bueno, entonces ruedo (exacto, ruedo) hasta el suelo, estoy dolorida, pero sé que todavía quedan casi 30kms hasta que acabe el día, tal vez a alta intensidad o tal vez unidos a balón medicinal y multisaltos, pacientes también doloridos en la clínica, clases de inglés…y aún quiero ponerme las zapatillas!!!
Seguir hacia delante es lo que permite mejorar

Supongo, que, obviando la cantidad de kilómetros semanales, todos tenéis esas sensaciones encontradas cada mañana. Seguimos pese a las obligaciones, trabajo y demás porque nos apasiona correr, y no hay forma de que cambiemos de parecer, ¿verdad?

Entonces estamos de acuerdo. Preparo el Isotonic Drink de 226ers y me ato bien fuerte los cordones, hoy toca caña, y de la buena. En cuanto llego a la pista suelto la mochila y empiezo a calentar, pero enseguida me doy cuenta que todos los músculos de mi cuerpo, incluso los que creía que no existían, tiran, protestan y no se quieren mover. Afortunadamente poco a poco me recompongo y acabo el rodaje, ya me puedo cambiar las zapas y ponerme algo más rápido…adrenalina, ven a mi, por favor!
No pasa nada, no es grave, jajaja, son las ansias de mejorar y os aseguro que lo voy a conseguir. La media maratón de Alicante fue un gran paso en mi entrenamiento mental, me vi fuerte en las subidas y las bajadas, concentrada en el siguiente kilómetro y sin miedo. Esto es que tengo ganas, el año pasado me retiré en la maratón de Rotterdam y eso consiguió marcarme, me equivoqué en varias cosas y no me volverá a pasar (al menos no en esas!).

Las series están acabadas, sudor a raudales, picor en los ojos y satisfacción del trabajo bien hecho, claro que sí, costó arrancar pero salieron bien. Suelto, estiro y a almorzar, que el día sigue! Hay pacientes que atender y cosas que estudiar…¿y quién no encaja las 28 o 29 horas que tiene el día entre entrenamientos? Luego tendré que volver para rodar unos 10 o 12km y así sumar, comer o reventar quilómetros.
En alguno de los tantos quilómetros 

Os propongo una cosa, tomad cada día de entrenamiento como si fuera un regalo y cada carrera que disputéis, una guinda en el pastel; cada paso que deis estará contribuyendo a algo grandísimo, vuestra propia felicidad. Esta es mi filosofía, la del carpe diem o saborea el momento, nada de lo pasado o futuro debe estropearme esto.
Un saludo y seguid así!